"Casi-errores" razonables y razonados con Fernández Bravo
Volvemos con más de Fernández Bravo, quien esta vez nos enseñará a afrontar los errores cometidos en la clase de Matemáticas.
Al final de la reflexión, averiguaremos por qué he elegido este título para esta entrada del blog... 🤔
En primer lugar, el autor nos explica que se pueden dar varios casos:
El niño resuelve el problema correctamente, a través de un razonamiento lógico. Por tanto, el niño lo ha comprendido.
El niño ha elaborado un buen razonamiento, pero el resultado es incorrecto, no coincide con la solución "esperada". Sin embargo, no podemos invalidar todo el ejercicio por el resultado final, ya que sabemos que el niño en realidad lo entiende.
El niño ha acertado el resultado, probablemente a causa del azar o de consultar a un compañero, ya que el procedimiento es erróneo, lo cual demuestra que él no ha comprendido el ejercicio. En este caso concreto, el maestro sí debería intervenir para aclarar las dudas que quedan al respecto.
El niño no sabe hacer el problema, de hecho, tiene tanto el razonamiento como el resultado mal. El maestro también intervendrá aquí para lograr que su nueva explicación al fin sea comprendida.
Posteriormente, se nos exponen los tipos de errores:
Error científico: la respuesta de la ciencia no coincide con la respuesta del sujeto.
Error de conocimiento: la respuesta de la ciencia no coincide con la respuesta real y verdadera.
Error lógico del sujeto: la respuesta lógica no coincide con la respuesta del sujeto. Lo importante es la condicional de la que parte el sujeto.
Relación entre error lógico y científico: contienen las combinaciones que pueden surgir entre los errores/aciertos lógicos y científicos.
Yo añadiría dos tipos de errores más:
Aquellos que demuestran la no comprensión por parte del alumno.
Aquellos que demuestran una "comprensión a medias" y que implican un malentendido o desacuerdo entre la lógica del niño y la del docente.
Por todo esto, dado que se pueden ocurrir numerosas situaciones frente a un error, antes de precipitarse y corregir definitivamente al alumno, el profesor debería animarle a que explique su lógica o razonamiento a la hora de resolver el problema, ya que puede que haya soluciones alternativas que al maestro se le escapan, o que la respuesta del alumno no sea tan errónea y en realidad tenga parte de razón. Esta última idea pone título a la reflexión que he hecho sobre este artículo, ya que considero que deberíamos tener en cuenta de que los errores que cometen los niños "no siempre son del todo errores", a veces son "casi errores", y muchos de ellos manifiestan un elaborado razonamiento por parte del alumno, aspecto que siempre deberíamos valorar.
BIBLIOGRAFÍA:
Fernández Bravo, J. A. (2011). La inestabilidad de la normalidad del error en la actividad escolar. ¿Cuánto de error tienen los errores que cometen los alumnos? Educación y Futuro, 23, 181- 203.
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